domingo, 9 de agosto de 2015

Caminar y Meditar.

Meditar mientras camino me gusta, me aclara la mente, hoy me di cuenta de muchas cosas; ayer me sentía muy molesta y frustra porque no cumplí mi objetivo pero en lugar de quedarme con eso y verlo como emociones negativas y dejarme caer como habría hecho la antigua yo, esa energía la convertí en algo positivo, en fuerza, tesón, me dije: "segundo intento, hoy no tiene porqué ser como ayer, nadie, sólo yo sé hasta dónde puedo llegar y sé que puedo aunque me lleva más de un intento", y, aunque estuve apunto de dar la vuelta, seguí por que estaba más cerca del objetivo que del punto de inicio y así llegué, no mentiré, si sentí miedo pero al mismo tiempo satisfacción porque no dejé que ese monstruito llamado pánico apareciera. 

Entré a la parroquia, tomé mis fotos, algo que empecé a hacer y ameba resultado como una buena distracción para evitar centrar mi atención en las sensaciones de ansiedad (lástima de la poca iluminación, se ven muy obscuras) y aún con el corazón un poco acelerado me senté cerré los ojos y me concentre en la música que sonaba, bella música, no soy católica pero se apreciar su arte sacro. 

Ya tranquila seguí mi camino y para mi sorpresa me encontré otro colibrí (hace unas semanas me topé con otro y según una leyenda Maya ellos llevan mensajes a los Dioses), justo frente de mi, intenté tomarle fotos pero el esquivo pajarillo volaba muy rápido así que no lo capté tan claro como me hubiera gustado, ¿me pregunto quién me mandará buenos pensamientos con éste pequeño mensajero de los Dioses Mayas?, hacerme esa pregunta y observar el pajarito por largo rato me hizo sonreír de oreja a oreja. 

Seguí mi camino y me topé con una señora mayor, le calculo unos 80, estaba hablándole a su gato ( sí, tal parece que los atraigo, diario me encuentro uno) y al verme me regaló una bella sonrisa y me dijo, que hermosa te ves con esas trenzas, muy hermosa, yo le agradecí, no sé porqué pero la expresión de sus rostro, el brillo en sus ojos, su aún coqueta forma de vestir, con collares de cuentas, maquillada, cabello recogido en una trenza me hizo pensar que tal vez le recordé a ella misma en otro tiempo y me dije a mi misma: "No hay mejor alago que el que te hace un anciano, más si no lo conoces, porque puedes estar seguro que no tiene detrás segundas intencione"; en este punto me sentía un estado de completa alegría y despreocupación.

 Siguo la marcha, veo a la lejos una figura y pienso: " que real se ve", tomo una foto, me voy acercando y me río, resulta ser que si era real, un pequeño perro sentado firme como estatua en la cornisa de una casa, le saludo, tomo otra foto y me voy. Ya es de noche, tras tanto andar ( quién diría, estuve como hora y media vagando, al parecer ya agarré condición física) llego a casa, me sirvo un café y pienso, que buen día, podría escribir más sobre todo lo que pasó por mi cabeza, cada foto es un pensamiento, pero terminaría escribiendo un libro.

~dL





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