viernes, 3 de julio de 2015

El metro

A propósito de ese sentimiento de apatía y desesperanza del que hablé en mi entrada anterior, escribí esto, así es como veía mi vida y aún hay días así pero poco a poco estoy tratando de ver la vida desde una perspectiva diferente.

El metro

Parada en el anden de mi vida, ausente y cansada, observo a los transeúntes ir y venir,  cada uno absorto en sus pensamientos, ninguno voltea a mirarme, todos pasan sin percatarse de mi presencia.

Miro fijamente los trenes pasar, cada uno un año que se va, cada vagón una oportunidad que se esfuma de mi vista, ya no me importa, en cada pausa muchos descienden, otros luchan por entrar, ya no intento abordar, simplemente me quedo de pie, fijando la vista o mirando al suelo; se reanuda la marcha, un tren más, otro año, todo sigue igual.

En la estación sigue el trajín, como hormigas van y vienen los viajantes, unos no han de volver, otros quizá, alguno mira de reojo mi silueta parada ahí, inmovil, casi transparente, parece pensar algo y se va.
Mi vida, un anden del metro...

~dL

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